Por: Sandra Mazzeo James
Los radicales libres se encuentran en el cuerpo y atacan a las células produciendo el fenómeno que nosotros conocemos como envejecimiento. En realidad, son moléculas que pierden uno de sus electrones y que para neutralizar la inestabilidad resultante y la alta reactividad, toman uno de una molécula cercana. El más común de los radicales libres está formado por moléculas de oxígeno razón por la que se llama oxidación a uno de los daños que causan. Esta oxidación ocurre todo el tiempo y el ejemplo más utilizado es el de realizar un corte en una manzana y observarla al cabo de unos minutos, la fruta adquiere una tonalidad amarronada. Algo así sucede en nuestro cuerpo.
¿Por qué se producen los radicales libres?
La mayoría de los radicales libres provienen de la quema de glucosa y grasas. Aunque existen otros elementos que los producen o que los contienen:
-Las lesiones como fracturas de huesos e inflamaciones.
-La falta importante de circulación en un tejido.
-El humo del cigarrillo.
-Los compuestos químicos volátiles como la gasolina, el plomo.
-Otros tipos de polución aérea.
-Venenos, fertilizantes y algunas drogas.
-Diferentes tipos de radiación, incluidos los rayos solares (ultravioletas).
¿Cómo se puede detener la acción de los radicales libres?
Simplemente llevando una vida saludable:
Una buena alimentación.
No fumar.
Protección de la piel del sol y de los productos químicos domésticos.
¿Qué daño provocan los radicales libres?
-Los radicales libres arrugan la piel y debilitan el corazón.
-Estas moléculas errantes interactúan con el ADN, las proteínas y las grasas en las células, haciéndolas menos capaces para hacer su trabajo. Se ha comprobado que los radicales libres pueden mutar su código genético del ADN y a veces, colaborar en la aparición de cánceres.
-Por otra parte, la oxidación del colesterol malo (LDL) es uno de los primeros escalones en el desarrollo de las arteriosclerosis y otras enfermedades coronarias arteriales. Es más, la proteína “beta amiloide” (sustancia necesaria para la conservación de las conexiones celulares nerviosas) produce de por sí radicales libres y esta estimulación destruiría las células cerebrales en pacientes con Mal de Alzheimer.
¿Todos los radicales libres son destructivos?
No, de hecho el cuerpo los necesita para funcionar como en los casos de la oxidación de la glucosa y las grasas. El proceso es similar al de la combustión y a veces, mantienen la salud. Una de las funciones benéficas ocurre cuando los linfocitos destruyen las bacterias o virus de las células infectadas al atacarlas con “explosiones” de radicales libres. En determinadas ocasiones, el sistema inmunológico los usa para destruir específicos agentes patógenos. Sin embargo, como la gente tiene más radicales libres de los necesarios, es importante conseguir protección de los antioxidantes.
¿Qué son los antioxidantes?
Se denominan antioxidantes a todos los elementos capaces de eliminar de nuestro organismo los radicales libres.
¿Cómo luchan contra los radicales libres?
Es bastante simple. Los antioxidantes brindan electrones para estabilizar a los radicales libres (aunque un antioxidante tiene la propiedad de convertirse en un radical libre sin que sea perjudicial necesariamente).
Se pueden obtener de dos maneras:
1) El organismo hace una parte brindando el “superóxido dismutasa” y varios compuestos llamados “glutation”. Estas sustancias capturan a los radicales libres justo después de ser creados.
2) Como con el avance de la edad se producen menores cantidades de antioxidantes, se puede aumentar su presencia en el cuerpo añadiendo una dosis extra mediante la comida y los suplementos.
¿Se deben neutralizar todos los radicales libres?
No. Porque los radicales libres ayudan a quemar la glucosa y energizar el organismo. Si se detuviera este proceso, moriríamos.
Los antioxidantes producidos por el organismo balancean las acciones de los radicales libres que se producen, pero después de los 27 años el porcentaje del daño sobrepasa la habilidad del cuerpo para regenerarse por sí mismo. Las evidencias científicas sugieren que la ingesta de antioxidantes puede disminuir los daños de los radicales libres, reducir los riesgos de enfermedades y añadir años de salud y belleza a su vida.
¿Cómo conseguimos la protección de los antioxidantes frente a los radicales libres?
La mejor manera, es basar la dieta en vegetales, frutas y todos los cereales o granos incluyendo vino tinto y té. Todos estos alimentos contienen más antioxidantes que las carnes o los granos procesados. Eso explica por qué los vegetarianos son menos propensos que los omnívoros a las condiciones degenerativas como las enfermedades del corazón y cáncer de pulmón, de acuerdo a un informe publicado por la American Dietetic Association.
Las vitaminas C y E ganaron gran reputación como antioxidantes, pero hay otros menos conocidos, los fitoquímicos como los polifenoles y flavonoides, que merecen ser mencionados.